CARTA DE AMOR A UNA AMBIGUEDAD PATETICA
21 -08-08
Distinguida señora o señorita:
Sólo sé de Vd que se firma “Clara G” y que detrás de tan bonito nombre, hay un adjetivo que utiliza de forma descuidada y ambigua, como lo haría con su automóvil, un conductor británico por cualquiera de las calles de Madrid, por ejemplo.
¿Sabe usted realmente lo que significa “Patético”? .....Pues verá, sin andarnos con excesivas elucubraciones (que podría hacerse) y echando un rápido vistazo al Diccionario de la Lengua , el término Patético tiene dos acepciones principales, a saber: -Que produce o manifiesta de una manera muy viva los sentimientos, sobre todo de dolor, tristeza o melancolía- y también: -Grotesco, que produce vergüenza ajena o pena-
Personalmente, me gustaría quedarme con la primera, ya que con su inapreciable intuición femenina, ha sabido captar el mensaje que pretendo dar en mi libro “Armengola”, aunque sólo sea un anticipo de mi obra completa y además, no me atrevo a negar que en todo cuanto escribo, hay ese sentimiento de dolor que Vd. me descubre, ese trazo de tristeza o melancolía que Vd me adivina y que además, quiero hacerlo de la mejor manera posible describiendo vivamente cuanto llevo en mi interior. Lo contrario sería un fraude al lector y un engaño. Usted ha sabido apreciar que Orihuela me duele en las entrañas, que siento día a día sus cosas y que desde hace mucho tiempo, hago también mía aquella frase de nuestro Miguel: “...tu pueblo y el mío” desde el ansiado patetismo que me une a sus querencias.
Si esa ha sido su intención, gracias por tan amorosa entrega, pues nadie hasta ahora, salvando ciertas distancias, me había conceptuado así. Pero si su propósito ha sido llamarme “Grotesco” y además le produzco vergüenza ajena o pena, lo siento, pues no es esa mi voluntad. Sepa usted querida señora o señorita, que grotesco quiere decir: ridículo, extravagante y de mal gusto. No creo que haya en usted ni la más mínima traza de insultarme de esa forma tan gratuita y tan impropia de una dama, aunque ya sabe usted que la famosilla “Tamara” utiliza mucho el término de patético, escupiendo su propia ridiculez y manifestando su conocida extravagancia con tan grotesco mal gusto.
Mi querida señora o señorita, en esto de los pseudónimos existe el peligro del desconocimiento y aunque yo me quedo con la primera definición y por ello le estoy eternamente agradecido, no puedo remediar ese molesto arañazo que se entremezcla con tan bonita fantasía y con tan buen sabor de oriolano.
De todas formas, un afectuoso y cariñoso sentimiento de dolor......
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