AL ILTMO SR DON EDUARDO FERRANDEZ FELICES

CABALLERO CUBIERTO DE LA SEMANA SANTA DE ORIHUELA

Cuando esta mañana he abierto el Diario y me ha saltado la noticia del nombramiento de Caballero Cubierto para la Semana Santa de este año, he de confesar que me han temblado un poco las manos y una sensación de plena alegría y satisfacción me ha llenado por todas partes.

Eduardo Ferrández es oriolano de casta, rabalochero, trabajador incansable desde su más tierna infancia, un hombre al que nada le ha caído en tómbolas ni favores, un cofrade entregado a su “Santa Cena” y sobre todo, aquello que más importa: una buena persona.

Por nacimiento, por vecindad y por luchador incansable de causas comunes en esta Orihuela que nos duele, además de otras muchas de íntima complacencia, conozco a Eduardo....toda mi vida. De chiquillos en la Placeta de Capuchinos y en las Juventudes Marianas y ya de mayor, en los abatares diarios que nos ofrece nuestra tierra. Y Eduardo es siempre el mismo, precisamente es la personificación del típico tópico que siempre nos llevamos a la boca: “la cara es el espejo del alma”.

Este año, la distinción de Caballero Cubierto, la puede lucir Orihuela entera: desde la extinta Fuente de San Francisco, pasando por el Barrio Paquillo, hasta más allá de la Plaza de Toros, dejando la mirada y el alma en Monserrate, Santiago, Santas Justa y Rufina y la Catedral, envuelta por la vetusta  mirada del Arrabal de San Agustín.

Un hombre del pueblo, sencillo, sin pretensiones ni deseos de prebendas, por aquello de las trasnochadas nostalgias de los sufridores, que vienen cada año de la diáspora. Un hombre que ha estado toda su vida empujando con el hombro la prosperidad y el buen nombre de Orihuela.

A partir de ahora, parece ser que se va a crear un protocolo para elegir las distinciones de Orihuela. Esperemos que a los méritos aportados se antepongan los que verdaderamente interesan al pueblo y que no es necesario repetir aquí. Baste solo con este ejemplo.

Un cariñoso abrazo Eduardo