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EL BLOG DE TONY JUAN

DICOTOMIA DEL CABALLERO CUBIERTO

DICOTOMIA DEL CABALLERO CUBIERTO

Desde hace unos cuantos años, no muchos que yo sepa o recuerde, la figura del Caballero Cubierto en la Procesión del Santo Entierro de Cristo, en Orihuela, viene levantando una polvareda de polémicas que, a mi juicio, no hacen más que  desprestigiar un fenómeno religioso-cultural-folklórico (tómese por donde convenga) que, etiquetado en la tendencia que cada uno haya elegido para su celebración, al menos, no hace daño a nadie y sí puede ayudar a la prosperidad del mentado fenómeno. La declaración de interés turístico Nacional o Internacional, váyase por el camino que se pretenda,   no deja de ser un hecho interesante para la prosperidad de nuestro pueblo que, con semejantes pendencias y discusiones aireadas en público, nos perjudican más que nos benefician. Después que cada uno se aplique la mayor o menor religiosidad del evento o la pertenencia civil o ecuménica del mismo, pero con discreción y con la seguridad que da una investigación serena sin sensacionalismos, ni gritos hostiles en los medios de comunicación, carne y sangre para el papel.

Intentemos razonar un poco buscando en los orígenes de la Semana Santa de Orihuela.

En el siglo XVII, a finales del mismo, varios gremios se unieron a las celebraciones de las fiestas cristianas del pueblo. Ya anteriormente, estas cofradías se habían agrupado bajo el nombre de Cofradía del Santísimo Sacramento y dedicaron su principal actividad a dar sepultura a los vagabundos y a todos aquellos que estaban sentenciados por la ley.

Cada gremio, formaba una Cofradía, así por ejemplo, los panaderos formaron la Cofradía de la Oración en el Huerto, los labradores organizaron la Cruz de Labradores (origen de  La Diablesa) y así sucesivamente, cada gremio, tenía su Cofradía.

Con respecto a la procesión del Santo Entierro de Cristo, en la que su figura principal es la del  Caballero Portaguión (Caballero Cubierto) y nadie mejor que Don Antonio García Molina q.e.d. sabía de sus orígenes y protocolo,  se reconoce desde tiempos inmemoriales la elección del Caballero Cubierto y la organización de la citada procesión, que ha sido potestad del Ayuntamiento. Es como si la Casa Consistorial , con todo su aparato y funcionamiento, se hubiere constituido en “gremio” y por lo tanto tuviese la libertad, como los demás, en sacar su “Cofradía” del Santo Entierro.....¿por qué no?...¿qué daño puede hacer semejante costumbre tan secular y por lo tanto tradicional?.

Creo que aquí, el concepto religioso/civil, pueden coexistir perfectamente, sin que haya lugar para escandalizarse y mucho menos para airear los trapos sucios a los cuatro vientos que, como ya dije al principio, lo único que hacen es deformar nuestra realidad y enturbiar nuestras costumbre cara  al escaparate exterior.

 

 

 



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