DE USTED JOVEN...........
Acaba de comenzar el curso escolar. Septiembre es un mes de carreras, de libros, de llantos y como siempre, de lamentaciones.
Cada año se pone de moda una fanfarria y cada temporada terminan los pitos desafinados, sin conseguir hilvanar una discreta partitura.
Este año lo que priva es hablar de la poca educación que tienen los niños, de lo mal hablados que son y sobre todo, del mal trato que propinan a los profesores....como si eso fuera algo nuevo que hayamos descubierto recientemente.
Cuando se inició aquella famosa LOGSE, parecía que iba a salvar a la patria de fracasos escolares, de alumnos desengañados del sistema y sobre todo, que al fin, los padres, iban a tener una participación completa en el desarrollo educacional de sus hijos.
Pero no fue así y quienes estábamos en este asunto, que no nos dejaban opinar si quiera, tuvimos que sufrir la tragedia anunciada de un fracaso escolar creciente, una pérdida de valores en los alumnos y el tormento diario de la impotencia ante la prepotencia de los chiquitos.
Tengo la conciencia limpia y como yo, miles de profesores que no estábamos de acuerdo con el sistema y hasta teníamos que soportar la burla de aquellos compañeros “progres” (chupópteros y escaladores) y las amenazas de muchos padres que, delante de sus hijos, nos quitaron totalmente la autoridad secular del profesor, del maestro.
No me valen las excusas sofocadas de los papás, que ante una llamada de atención de sus vástagos, te contestan con la misma frase de siempre: ¡Mi hijo en mi casa es un cielo!...Mire usted señor, o señora, su hijo o su hija, cuando salen de su casa se transforman como el Dr. Jekill y si lo quieren más moderno, como la máscara verde. En ese momento son capaces de hacer barbaridades que ni ustedes mismos las comprenderían y tienen delante de su objetivo, a un profesor de más o menos edad, cosa que les importa bien poco, para reírse de él, chantajearle con falsas denuncias y si llega el caso y pueden, propinarles una buena zurra, por no decir algo peor y más violento.
Lo siento papás, pero esta es la cruda realidad y yo mismo he visto a muchos padres, azuzar a sus hijos con frases como: ¡no consientas que se suba encima de ti!,,,¡estos tíos disfrutan suspendiendo a la gente!...¡dile a fulano que lo espero a la salida del colegio!.....
Demencial y de vergüenza. ¡Qué bajo a caído la entrañable y venerada figura del maestro!....y lo triste es que desde el primer día, sin conocer a nadie, los chiquitos se dirigen a su maestro con aquello de: ¡Oye tú!...¿cómo te llamas? Y el maestro, o algunos maestros, con profundo pesar y mordiéndose la lengua de rabia, le contestan: ¡De usted joven!...¡de usted!
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