LA CORBATA DE MANCEBO
El pasado sábado, 11 de junio, cuando se celebraba el Pleno de toma de posesión de los nuevos Concejales del Ayuntamiento de Orihuela, instintivamente me puse a buscar los emblemas, las insignias de solapa, esas que cada uno nos ponemos en Semana Santa o en las Fiestas de Moros y Cristianos, como queriendo decir a los demás: ¡oye mira yo soy de esta Cofradía, o de aquella Comparsa!. Y la verdad es que no acertaba a comprender, la razón que me estaba impulsando a tener semejante actitud, pues ni en uno ni en otro cotarro festivo nos encontrábamos por el momento.
Pero mira por donde que al dirigir la mirada al futurible Alcalde de Orcelis, Pedro Mancebo, me doy cuenta de que llevaba una corbata “verde”.
Inmediatamente dirijo la mirada al resto de la Corporación recién entrada y me aseguro bien de que el único que llevaba dicha corbata y además idéntica, (más o menos sin tener en cuenta la lejanía) era el también futurible Alcalde (entonces) Monserrate Guillén.
¿Casualidad?... ¡puede ser! Pero no deja de ser curioso y al mismo tiempo algo desconcertante que da un poco que pensar…. ¿en qué?..¡En diablos, yo qué sé! Pues para mí, la única relación que existe entre el señor Mancebo y los Verdes, no es otra que su parentesco con el primo, precisamente esta legislatura que no ha salido Concejal por la gracia de los votos y la discutida ley de Hond`t.
Para que luego digan que en política no existe la casualidad y que todo está previsto, o ¿será causalidad por aquello de la causa efecto? No lo sé, el caso es que ahí lo tienen… ¡si señor!..¡Con dos cojones! Echando sus atributos liberales sobre el ruedo y terminando de una vez por todas con la polémica: que si una o que si otra, dándole al pueblo la oportunidad de conocer algo nuevo.
Son las cinco de la tarde. En el albero, cuatro Miuras y un sobrero. Hay mucha gente en la plaza y todos han pagado religiosamente su entrada, muy cara por cierto. El primer espada, con su capote rojo y la corbata verde, se vuelve al público y lanza un grito a los cuatro vientos: ¡va por ustedes!
Y ahora comienza el espectáculo a los sones de un pasodoble conocido: “Paquito el chocolatero”… ¡que viva España cañí y que viva la Fiesta nacional! Y Orihuela en medio, como siempre, con su espada en la mano como el Oriol, con su Patrón Nazareno y con esa chistera negra del Caballero Cubierto.
Me gustan las promesas de poder navegar más y mejor por los mares de la cultura oriolana. Me gustan las promesas de una verdadera Orihuela Monumental y Turística. Me gustan las promesas de fomentar los valores culturales y artísticos de nuestra tierra. Me gusta la ecología, porque todo eso me gusta…..y deseo trabajo para todo el mundo y anhelo constantemente que no se pierdan más trozos de nuestra identidad... ¡que ya está bien!...esa es mi esperanza.
Por lo demás, no seré yo quien se rompa la cabeza con la corbata del señor Mancebo, porque en realidad: ¿ustedes creen que le cae bien?
4 comentarios
TONY JUAN -
Así que señor mio, olvídese de fantasmas persecutorios contra Pedrito Mancebo, al que por cierto, he visto necer, crecer y hasta me ha dado algún disgustillo que otro en la Comparsa...¡cosas de chiquillos!
J.I.C -
Reconocerá también que sin usted querer entrar a valorar la actuación de Don Pedro, ya está valorando sus actos como malos por no decir pésimos, pues afirma con rotundidad que está dejando a Orihuela a la altura del betún como si fuera él el culpable de esta situación. Para mí, dejar a Orihuela a la altura del betún es que entre la policía en el consistorio y salga el nombre de nuestro pueblo manchado en la prensa a nivel nacional. Para mi la actuación de Mancebo es impecable y de un político de los pies a la cabeza. Reciba un saludo
J.I.C
TONY JUAN -
Mis respetos J.I.C. y un saludo a la familia.
J.I.C -
J.I.C