Blogia
EL BLOG DE TONY JUAN

SAN ANTON DE MIS RECUERDOS

SAN ANTON DE MIS RECUERDOS

Como cada año, tocamos discretamente con los nudillos de la mano, esa vieja puerta que nos abre la, no menos vetusta ermita del Abad Antonio y dejando a un lado el corralillo donde dormita la hembra porcina, nos adentramos en el recuerdo de tantos años atrás. Y aunque no podamos resistirnos a emparejar la fuga de la Navidad y el reencuentro con San Antón, siempre nos vendrá a la balsa de los pensamientos, ese refrán tan nuestro que, de alguna forma, nos intenta remediar  la pena: “hasta San Antón, Fiestas son”.

De aquí enlazaremos con el Mercado Medieval y con ese Medio Año Festero que nos llevará al “paso del ecuador” de la Gran Fiesta de la Reconquista de la ciudad, con sus Moros y Cristianos, pasando, claro está y sin mirar de soslayo, si no de frente, a la celebración de nuestra Semana Santa, hoy de interés turístico internacional.

Sin querer pecar de insistente y con tan solo repasar lo lúdico y cultural, por no decir folklórico de las anteriores celebraciones, Orihuela ofrece unas posibilidades que muchos quisieran para sí, ya que, a poco que nos detengamos en dar rienda suelta a nuestras divagaciones, las posibilidades son infinitas y el diagnóstico final está bien claro.

Recuerdo cuando se decía que si en la calle Mayor o en el Puente se disparaba un cohete, toda Orihuela se tiraba a la calle para celebrarlo. Hoy, desgraciadamente, aunque se tire un castillo entero de artificio, las gentes abandonan su pueblo, dejando las calles, fantasmagóricamente vacías y después se intentan justificar a sí mismos con la consabida frase: “es que en Orihuela no hay nada”.....

Pero dejando este tema, del que ya hemos hablado muchas veces y hasta lo hemos colocado en la justificante pescadilla que se muerde la cola, seguiremos con el ínclito San Antón, ese San Antón de nuestros recuerdos, cuando se solía ir en romería y Orihuela entera se volcaba en el popular barrio cuajado de palmeras.

No faltaba en la cesta de la compra, los suculentos dátiles de la zona, el turrón de panizo y sobre todo: el palmito tierno superior y las tradicionales bolas de San Antón, todo un lujo popular y sencillo, que constituirían el postre, del no menos famoso y autóctono (aunque a muchos les pese reconocerlo) “arroz y costra”.

Y es que en San Antón, comienzan a verse las cosas más claras, de ahí el refrán: “por San Antón las cinco y con sol” o aquel otro de: “en San Antón saca a los viejos del rincón”. Aunque tengamos alguna duda este año, con las medidas restrictivas del Gobierno ZP con respecto al “fumeteo”...¿se podrá o no fumar en San Antón?..¿y los viejos, podrán echarse su cigarrico tomando el sol?....la verdad es que siempre se ha dicho: “mal de muchos.......”

No me quiero despedir sin felicitar a mi pariente (según decía su santa madre Doña Patro) Alfonso Ortuño y a mi compañera de Fiesta Mª del Carmen Martínez, por su nombramiento este año como Caballero y Dama de San Antón, estimo que se lo merecen, porque estos honores son para los Oriolanos de pro, amantes de su tierra y vosotros dos lo sois.

 

0 comentarios