A MI AMIGO EL PADRE SOLER CARDONA
Estimado amigo Pepe, o Don José......o quizás mejor: Padre Soler, que era como a ti te gustaba que te llamasen....
Hace tan solo unos días que tuviste que coger el equipaje y marcharte a un nuevo destino; no era la primera, pues ya lo habías hecho en muchas ocasiones, aunque nunca de forma tan inesperada como esta, pero ahora la llamada provenía del Jefe Grande y El no se hace esperar. Pienso que por fin se ha decidido a encargarte ese grandioso mural con el que siempre habías soñado, con esa gran pintura que hubieses querido dejar en tu querido seminario de Valencia, hace ya tantos años. Yo espero que, algún día, sobre el inmenso lienzo del cielo, aparezca algo tan hermoso como la procesión del Silencio de Orihuela, que tanto amabas, o como aquel Vitol Sant Blai, o la majestad de la Mare de Deu.......quizás como premio a tu callada obediencia de la que muy pocos, tienen conocimiento de ello.
Recuerdo como si fuese ayer mismo, aquella tarde en el Casino de Orihuela, cuando me pediste que si quería ser tu biógrafo y además, recopilar tu obra pictórica para plasmarla en un libro. No pude más que aceptar aquella oferta, después de la larga amistad que nos unía, ¿quién era yo para negar tan alto honor al amigo, al artista, a quien todo el mundo llamaba ya el cura pintor?
Y el libro se hizo realidad. Una magnífica obra ha quedado enmarcada para la historia de la pintura contemporánea en España y que transmitirá al mundo entero, algo que tú llevabas en la sangre combinado y revuelto con tu fé inquebrantable de pastor de almas: la Fiesta, tu Fiesta de Moros y Cristianos a la que amabas hasta extremos insospechados. Todos los festeros hemos aprendido mucho de ti y quienes hemos tenido la suerte de trabajar a tu lado, no olvidaremos nunca tu estilo, tu sonrisa socarrona y esos ojillos diminutos escondidos que siempre guardaban algo para el final.
Querido Padre Soler, amigo Pepe, he de confesarte que se me partió el corazón cuando, por casualidad, leí la noticia de tu marcha. No llegué a tiempo para darte mi último adiós, ¡qué paradoja!....quizás a quien mejor conoce tu vida y tu obra, el destino le negó ese momento de la despedida. Pero tú sabes muy bien, desde el sitio que ahora ocupas, que siempre estarás junto a tus amigos y que tu obra completa será el mejor referente para la Fiesta que tanto amamos. Hasta siempre amigo......
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