Blogia
EL BLOG DE TONY JUAN

LA LARGA AGONIA DE LOS ANDENES

LA LARGA AGONIA DE LOS ANDENES

Posiblemente nadie recuerde esto, pero si, son los andenes de la estación, algo que nació predestinado a pasar una larga agonía. Era imposible imaginar Orihuela sin algo tan hermoso y al mismo tiempo necesario.

Algunos dicen que fue la llegada del ferrocarril, otros que se debió a la necesidad de encontrar terrenos para construir a ambos lados, otros muchos lo achacan a múltiples y variopintas estupideces y los más sinceros, unos pocos, aquellos que siempre dicen la verdad a costa de su defenestración, dicen que siempre ha estado en medio la mano de la incompetencia al servicio de los intereses económicos.

¡Una lástima!...es la historia de esta Orihuela, la del Señor y la de la Virgen de Monserrate, otra más de nuestras ancestrales deposiciones, pues a estas alturas de la vida, ¿cuántos negocios y negociejos se han hecho amparados por el manto de los Patrones?..y el pueblo traga, como ha seguido tragando durante siglos.

Orihuela es victima desde la noche de los tiempos, de una programada y consentida pandemia, peor que todas las gripes A y las que puedan venir en el futuro.

Todo lo hermoso, todo lo bello de Orihuela se arranca de cuajo enarbolando motivos de modernidad, de progreso. No podemos quedarnos atrás, hay que prosperar a costa de lo que sea, aunque no quede nada, yo vivo hoy, mañana ni Dios dirá.....

Los andenes hay que sacrificarlos, hay que meter lo coches bajo tierra y hay que arrancar todos los árboles para hacer una avenida moderna, llena de planchas de cemento, pérgolas de acero y bancos de plástico transparente..¡ah! y que no se olviden de colocar cipotes descomunales y bolas de hormigón, junto a estrambóticas formas de acero inoxidable como la original plaza del coño...y sobre todo, rotondas, con más pajaritas de hierro oxidado y alguna que otra gilipollez más que se le ocurrirá a algún artista a sueldo.

Esto me hace recordar también la extinta Glorieta de Gabriel Miró, aquella glorieta llena de magnolios en flor y vestida de parterres con flores multicolores entre pasadizos de tierra, con árboles gigantescos y galanes y jazmines que, al caer la tarde y sobre todo los días de lluvia, eran una fantasía de colores y de olores. Hoy, todos sabemos a qué huele Orihuela. Y un aciago día, alguien que tenía, entre otras cosas, el gusto desviado, aplicó su sabiduría en panteones, tumbas y lápidas de cementerio, para enlosar toda la glorieta, para asfixiarla. El resultado está a la vista. Pero al parecer, hay mucho ciego en Orihuela y siempre se ha dicho: no hay más ciego que aquel que no quiere ver.

El segundo andén forma parte de la vida de los oriolanos y de su forma de ser. En él se han formado la inmensa mayoría de las generaciones actuales, se han dado millones de promesas y se han dicho incontables palabras de amor, algo que hoy se está perdiendo gracias a esa modernidad que nos imponen, con soluciones dantescas como esta. ¡Qué poco respetamos el espíritu de las cosas!,,,¡qué poco se ama a la tierra que te ha visto nacer y crecer!. Pearl S. Buck decía  una de sus preciosas novelas: “La tierra, la buena tierra, la tuya, ha de ser el alma de todas tus devociones y respetos....”

1 comentario

Antonio Colomina -

¡Qué razón tienes amigo Tony!,no sabemos conservar lo bello, estamos en la cultura del acoso y derribo. Ojalá que al final impere el sentido común y nuestros Andenes puedan seguir siendo el paseo de los oriolanos, ese bulevar donde se juraron (juramos) amor eterno a la chica de nuestros sueños.
Un abrazo
Antonio