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EL BLOG DE TONY JUAN

LA LARGA AGONIA DE LOS ANDENES (Segunda Entrega)

LA LARGA AGONIA DE LOS ANDENES (Segunda Entrega)

Junto a la larga agonía de los andenes, la glorieta hace años que dejó de ser un paraíso natural para convertirse en una muestra más del progreso de nuestra ciudad y a veces me pregunto: ¿será verdad eso del progreso?.

Yo recuerdo como se llenaba la glorieta de gentes del pueblo, los domingos por la mañana, los días de fiesta, Navidad, Domingo de Ramos ...... y como se disfrutaba escuchando los conciertos de la banda de música en el templete, mientras se ponía el ojo en aquella  joven muchachita por la que tanto suspirabas. Y pienso en aquel kiosco de nuestros amores, donde aprendimos a tomar aquellos primeros aperitivos en corrillos de amigos, rodeados siempre por hermosos jardines, cubiertos por la sombra de los imponentes magnolios e impregnados por el aroma de las flores. El olor de la tierra mojada por la humedad de la noche, era todo un espectáculo que estimulaba a los sentidos. Un regalo para la vista, la memoria del olor...los recuerdos de aquella hermosa glorieta, sus jardines, la fuente con su armónico ruido de agua vertida sobre imaginarios nácares brillantes. La glorieta, aquella glorieta era un jardín con toda su fuerza de natural poesía y un estímulo real para todos los sentidos. ¡Como me empuja aquí la memoria del olor!.

Ahora me pregunto, ¿qué es la glorieta?....sí, ya sé, un parque moderno con muchos bancos alrededor, con unas fuentes, que Dios me perdone, diseñadas con el culo y con un extenso pavimento de terrazo que la convierten en una magnífica pista del patinaje del resbalón y el porrazo. Árboles raquíticos asfixiados por el hormigón, tormento de sol en verano, ante la ausencia de árboles que refresquen la zona y un cúmulo de incomodidades, que han hecho un elemento más para el vacío en la ciudad. La glorieta ya no es acogedora.

Y ahora le toca a los andenes.......¿Pero...qué les ha hecho nuestra ciudad a los responsables de su cuidado, para que quieran enterrar todo lo hermoso que hay en ella?...¿hay alguna doble intención en querer enterrar para siempre la identidad de nuestra tierra? Y vuelvo a repetir de nuevo, que no hay más ciego que aquel que no quiere ver.

Yo no quiero entrar en disquisiciones de índole político, que no entiendo, ni en apreciaciones económicas que dan miedo, ni tampoco en cabezonerías de un gusto más o menos refinado, pero si quisiera advertir de algo que, todavía puede tener remedio: ¡Quitémosle las pistolas al Santo Cristo! Y devolvamos a Orihuela su auténtico sentido. Recuerden lo que ya es catastrófico: La Placeta de Monserrate y el vil asesinato de sus preciosas adelfas; la plaza de los cipotes, un cúmulo de barbarismos ornamentales en un palmo de plaza; Santo Domingo iluminado por un puñado de tampax; la plaza junto a Santo Domingo con un monumento a Miguel Hernández, que es la antítesis de lo culto; la plaza del coño.. etc.

Y ahora le toca a los andenes.

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