EL ORIOL VOLVERA A CAMPEAR EN ORIHUELA
El pasado día 29 de junio, se publicó en el semanario APTIVA, edición en papel, mi artículo sobre la problemática suscitada acerca de quien iba a llevar el Oriol el día 17 de Julio por las calles de Orihuela, ya que los Síndicos nominados, con todos mis respetos (que no nombrados) eran impensables para tal oficio.
En dicho artículo se decía con toda la claridad del mundo y con todas las ganas que me transmitió en la lengua la madre que me parió (rabalochera, por si alguien no lo sabe todavía) que se desechasen las ideas del segundo o tercer plato en el ofrecimiento del cargo, ya que el Oriol era mucho más importante que todo eso y que desde la humildad más profunda, tener el honor de llevar el Pájaro Oriol y ser su portador como Síndico, es algo que debe enorgullecerte.
El ofrecimiento y la aceptación de tal alto honor, por la oriolana María del Carmen Martínez, no hacen más que corroborar su condición de nobleza, de mujer pegada a su pueblo, de sencillez y de esa humildad que tanto se necesita para dejar atrás el cúmulo de prejuicios impropios de quienes han de convertirse en portadores de nuestro símbolo de identidad: El Oriol. Porque es algo que repetiré hasta la saciedad: nuestro emblema no conoce, ni debe conocer de políticas rastreras, de dobles intenciones, ni de mangoneos partidistas que lo conviertan en moneda de cambio. Nuestra señera, es el amor de todo un pueblo representado en la gallardía del Pájaro Oriol, la Oropéndola dorada por la que nuestros corazones se aventan en esa noche mágica y por el que nos vemos todos unidos, ricos y pobres, obreros, licenciados, doctores, mujeres y hombres, todos codo con codo, participando de una lucha sin armas, con la única meta a conseguir: que nuestro pueblo sea grande en su Fiesta, en la más grande, en la FIESTA con mayúsculas.
Desde esta, mi humilde opinión, mi más cordial felicitación para la Ilustrísima Sra. Maria del Carmen Martínez, primer Síndico del Oriol mujer, festera como ninguna, Armengola, pero sobre todo: Oriolana de pura cepa, que no puede ni debe ocultar jamás su condición de rabalochera y que lleva en sus venas esa sangre especial que sólo corre en las gentes de Orihuela. Seguro que en la noche del 16 al 17 de Julio, su doble condición de Armengola y de Síndico del Oriol, le anudarán el corazón a la garganta y tras esas lágrimas que brotan sin sentir a penas su cauce, gritará con todos nosotros, con su pueblo y el nuestro, ese llamamiento guerrero que ya se ha hecho tradición: ¡¡ARRIBA LA FIESTA!!
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Antonio Colomina -