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EL BLOG DE TONY JUAN

PROHIBIDO RESPIRAR

PROHIBIDO RESPIRAR

Creo que nunca he podido apartar de mi memoria aquella película tan extraña y tan burdamente montada, que se titulaba exactamente igual que la novela: “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley en la que ya se intentaba colocar al espectador en medio de una serie de efectos mal conseguidos, que apenas si llegaban a impresionar a todos aquellos que ya habían leído la novela, publicada en 1932.

Pero lo de menos era adaptar, con cierta fidelidad  la película a la novela, cosa que suele suceder por una serie de motivos técnicos, también a veces, de difícil comprensión. Lo verdaderamente transmisible, lo que no puede ocultarse y dejar de comunicarse, es la intención del autor, el mensaje. Y en este caso, nadie pondrá en duda que “Un Mundo Feliz” es la expresión más pintoresca de una “Dictadura perfecta”, con todas sus consecuencias, en las que el mismo Dictador, juega a ser Dios, temporizando hasta con la vida y la muerte de las personas.

Esta es, al menos, la impresión que me produce nuestra joven democracia que, aún siendo tan bisoña, está tan plagada de prohibiciones que dentro de nada se nos planteará la necesidad de respirar, considerándolo como un vicio o como algo perjudicial para la salud.

Que fumar perjudica, pues si, aunque mi abuelo se murió con cerca de noventa años, fumando tres cajetillas diarias de Ideales, pero no es ese el problema, ni voy a discutirlo, pues tan solo se trata de un cojinete más de toda la rodadura. Que no ponerse el cinturón de seguridad puede matarte en un accidente, pues si, también conozco más de un conductor degollado por su cinturón de seguridad o atrapado dentro del vehículo por un fallo del mismo, pero tampoco es el problema ni quiero entablar un foro de debate. El problema está en que no solo se aconseja (por llamarle de una forma más democrática) que no se fume, o que se coloquen el cinturón, o que se camine por la izquierda o que la gente salga a la calle con una sonrisa, no, no es ese el problema. La cuestión está en “Prohibir”, lo que sea, cuando sea y de la forma que sea, eso es lo verdaderamente orgásmico, Prohibir hasta la saciedad y cuando ya parecía que no quedaba nada por prohibir, ahora se inventan lo de los carteles de publicidad en los toldos y fachadas de los Bares y Restaurantes....¡demencial ¡ y tan ridículo que, si lo piensa uno bien, se te llena el culo de miedo y hasta se recuerda aquella frase de la época de Don José Osorio y De Silva, Duque de Sesto: “ Dos cincuenta por mear, ¡caramba que caro es esto!...¿qué cobrará por cagar el señor Duque de Sesto? “

Cualquier día, cuando salgamos a la calle, en un paseo vigilado y con horario restringido, por supuesto, veremos cómo se castiga públicamente la tenencia de libros de lectura, quemándolos en hogueras públicas y emulando también a aquella película de la misma época: “Fahrenheit”.

Y yo que creía, pobre de mí, que estábamos en una democracia . Vaya una locura, más y peor de lo mismo. Espero que, al menos, me dejen respirar tranquilamente, en mi casa, eso sí, porque en la calle, puedo perjudicar la salud de los viandantes y transmitirles todos los miasmas que llevo dentro.

 

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