ARMENGOLA. La Película de Pablo Riquelme
Acabo de ver la película, tranquilo y observando hasta el último de los detalles de la misma.
No soy un cineasta, lo reconozco, tampoco me veo como crítico de cine, ¡qué más quisiera yo! Pero te confieso, querido Pablo, que sin saber por qué, hemos tenido el mismo sueño, quizás con algunos matices, lógicos, que pueden ser debidos a la diferencia de edad, pero con muchas, demasiadas similitudes, como para tratarse solamente de un pasajero, efímero y desnutrido sueño que se olvida con el tiempo.
Coincidimos en tres aspectos fundamentales que no tienen nada que ver con la estructura, la forma o la representación escénica de la película (el ojo de cada director, hace un guiño distinto a la misma historia), y son, primero: la tremenda lucha interior de Armengola, su indecisión y su responsabilidad por encima de todo y de todos, cuando la hacen romper en un grito manifestando su determinación; segundo: su gran humildad, que sin aceptar nada ni a nadie, se rinde ante su rey Jaime I desapareciendo de la historia; y tercero: el valor, la gallardía y la bravura del pueblo de Orihuela, que al grito de ¡por las Santas Justa y Rufina! Se lanza a un ataque desigual con una sola arma en las manos: la razón.
El título de la “Muy Noble, Leal y Siempre Fiel” no es gratuito. La leyenda de “Siempre prevalecerá vuestra espada” no nos cayó del cielo. Y esa es Orihuela, nuestro pueblo, con sus virtudes y sus defectos, pero con un sello de nobleza y gallardía que tú has sabido colocar muy bien en tu película, haciendo volar un Oriol, al que se abren las puertas de Orihuela, terminando majestuoso sobre la cruz de la espada, en lo más alto, para que el mundo lo vea, gritando a los cuatro vientos, que no se inclina más que ante su rey y ante Dios.
Esa es nuestra Orihuela, quizás dormida durante algún tiempo, pero siempre alerta, latiendo en el corazón de los oriolanos con ese grito de ¡libertad! que se nos escapa, cuando la ocasión llega.
Querido Pablo, ya sabes que soy un enamorado de esta Leyenda, o Historia, llámale como quieras, pues más de 750 años de transmisión de boca en boca, comienzan a desmoronar los pilares de la incredulidad, máxime cuando no ha variado de ella ni un solo ápice de su descripción.
Por otra parte y ya te he dicho que no soy un experto en cine, he de felicitarte por tres cuestiones imprescindible en el trabajo de esta cinta: Magnífica la Banda Sonora de Fº Jorge Mora García, es una gozada escucharla y te prometo que en ocasiones y en esos momentos álgidos de la película, te hacen aflorar las lágrimas de emoción y también las de sentirte oriolano de pura estirpe. Estupendas las localizaciones de exteriores e interiores para el rodaje, son todo un logro escénico. Y por supuesto, mi absoluto y leal reconocimiento a María del Carmen Martínez, porque ha dado en el clavo con el vestuario; nadie mejor que ella (que soñó una vez que era Armengola y se le cumplió el sueño) para realizar esa ambientación en el vestido, tan necesaria en una época antigua.
En definitiva, querido Pablo, tu película me servido como quien toma una dosis de estímulo, para seguir trabajando en ese dulce sueño: Armengola, historia o leyenda………….
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